Soy un grito de fe, porque creo en el hombre; un grito de esperanza, porque siembro lo que otros cosecharán; un testimonio de amor, porque muero un poco cada día, para que otros vivan plenamente. No dejaré de sembrar
con coraje en el surco del corazón humano, porque volveré a ser pan en muchas mesas, para vivir cuando ya no viva.
¡Bienvenidos a mi blogger!
Muy bien Maestra!
ResponderEliminarFelicito su disponibilidad para el uso de las "tics" en el aula de clase.
gracias por su esfuerzo, sé que mostrará usted un excelente trabajo...ánimo
Hna.Mariela
MIL FELICITACIONES, ME ENCANTÓ EL CUENTITO...LA VERDAD LA MORALEJA ES CLARA Y SENSATA...
ResponderEliminarÁNIMO! NUEVAMENTE FELICITACIONES...