martes, 14 de junio de 2011

SEMANA DE LA FAMILIA

   “La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración”

                                                                                                                             Juan Pablo II

La Semana de la Familia se instituyó a través del Decreto Ejecutivo 253 de 22 de junio de 1994. Con el lema "Familia eres comunidad de vida y amor" ..
También fue instituída por el Gobierno Nacional como el Código de la Familia, el cual busca por todos los medios jurídicos y morales la vía por donde brindarle el más amplio apoyo y el más decidido soporte y también ayudará a lograr la estructuración de las auténticas soluciones, que ya son urgentes, para evitar la desintegración familiar, y que por el contrario, fortalezcamos a toda costa, una efectiva unidad nacional.

IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN EL DESARROLLO DEL NIÑO/A.

La familia es la unión de personas que comparten un proyecto vital en común. Entre los miembros de la misma familia se generan fuertes sentimientos de pertenencia y de compromiso personal entre ellos; estableciéndose relaciones intensas de afectividad, reciprocidad y dependencia. Estas características hacen que la familia sea un grupo con características muy especiales y con unas funciones muy importantes dentro de nuestra sociedad.

Muchas parejas consideran que comienzan a ser una familia cuando deciden tener hijos. Que los niños nazcan y crezcan en una familia tiene una enorme importancia en su desarrollo y los padres tienen la responsabilidad de asumir nuevas funciones para asegurar que su hijo se desarrolle de forma plena en el seno de su familia. Estas funciones son:

El desarrollo de la propia imagen y de la autoestima
La familia es el marco principal donde el niño va a ir creando la imagen de sí mismo, su autoconcepto, y donde va estableciendo la valoración positiva o negativa de sí mismo, es decir, su autoestima. El lograr un marco donde el niño pueda generar una imagen personal de sí mismo y una autoestima positiva es un aspecto fundamental de la tarea que tienen que asumir los padres.

El desarrollo de la personalidad
Relacionado con el desarrollo del autoconcepto está el desarrollo de la personalidad. La familia es el primer escenario en el que el niño va relacionarse con otros miembros de su especie y por lo tanto, donde va a desarrollar un estilo de comportamiento determinado.

La transmisión de valores y la cultura
La familia va a ser el primer elemento de transmisión de los valores de nuestra cultura, los valores y los principios éticos de los padres van a ser la base de la socialización del niño en una cultura determinada con unas determinadas costumbres y con un determinado bagaje cultural que, nuestra especie ha ido acumulando y transmitiendo de generación en generación.

El desarrollo emocional
La familia supone para el hijo, el apoyo seguro donde experimentar e ir aprendiendo a ser persona. El apego y los vínculos emocionales padres e hijos son el elemento clave que asegure el bienestar psicológico y emocional del niño. Teniendo una base segura, el niño puede afrontar las situaciones nuevas que la vida le va a ir ofreciendo, construyendo su autoconcepto, sus propios principios éticos y su personalidad.


En definitiva, la familia es la base fundamental de la socialización de los niños, aunque no en exclusiva. La escuela, los amigos e incluso los medios de comunicación van a ser otros escenarios fundamentales en el aprendizaje.Sin embargo, aunque todos ellos son importantes, la familia es el único escenario permanente y seguro que el niño va a disfrutar, los amigos varían, en la escuela cambian los profesores y los compañeros pero, los padres sin embargo, permanecen y por ello, van a ser las figuras de referencia a lo largo de la vida del niño.

 “La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida”
                                                                                       Juan Pablo II

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